Our Daily Prayer for Thursday - Millie McFarland

The steadfast love of the Lord never ceases;
his mercies never come to an end;
they are new every morning;
great is your faithfulness.
— Lamentations 3:22-23 ESV

Scripture & Prayer Submitted by: Millie McFarland

Merciful Father, I come into Your presence with a grateful heart. I thank You for waking me up this morning and starting me on my way. I thank you for Your steadfast love that never ceases. Great is Your faithfulness O Lord.

Father, I lift up my eyes to the hills from which cometh my help; my help cometh from You the maker of heaven and earth. In my time of need You have been merciful to me and You have delivered me from hurt and harm. You are my help and my deliverer. There is none like You.

Father, I lift up those that are deep in their bondage of sin, and I pray that Your grace and mercy bring them out, and set them free. I pray that You break every chain and restore to them what the devourer has taken from them. I speak newness of life over each and I declare that no weapon formed against them shall prosper.

Father, I thank You again for Your unending love and Your mercy. Pour on me Your grace and Your strength to stand in faith as I face my daily challenges. Teach me to be more like You and let me be the woman You created me to be. In the mighty name of Jesus I pray.

Amen

“La misericordia del Señor nunca cesa, [a] sus misericordias nunca terminan, son nuevas cada mañana; grande es tu fidelidad ".

Lamentaciones 3: 22-23 Español

Escritura y oración enviadas por: Millie McFarland

Padre misericordioso, vengo a Tu presencia con un corazón agradecido. Te agradezco por despertarme esta mañana e iniciarme en mi camino. Te doy gracias por Tu amor inquebrantable que nunca cesa. Grande es tu fidelidad, oh Señor.

Padre, alzo mis ojos a los montes de donde viene mi ayuda; mi ayuda viene de ti, creador del cielo y de la tierra. En mi momento de necesidad, has sido misericordioso conmigo y me has librado del dolor y el mal. Tú eres mi ayuda y mi libertador. No hay nadie como tú.

Padre, levanto a los que están profundamente en la esclavitud del pecado, y oro para que Tu gracia y misericordia los saque y los libere. Oro para que rompas todas las cadenas y les devuelvas lo que el devorador les ha quitado. Hablo novedad de vida sobre cada uno y declaro que ningún arma forjada contra ellos prosperará.

Padre, te agradezco de nuevo por tu amor sin fin y tu misericordia. Derrama sobre mí Tu gracia y Tu fuerza para permanecer firme en la fe mientras enfrento mis desafíos diarios. Enséñame a ser más como tú y déjame ser la mujer para la que me creaste. En el poderoso nombre de Jesús oro.

amén